Cómo limpiar libros
Los principales enemigos de un libro son la luz y la humedad; por eso, es importante colocarlos en una habitación seca y bien ventilada. Una calefacción muy fuerte puede resecar la cola y el papel. El polvo es otro de los enemigos de los libros, conviene limpiarlo a menudo con un plumero y apretando bien el libro para que no penetre en sus páginas. En cuanto a los libros estropeados, si lo que ocurre es que el lomo está ennegrecido, se puede limpiar con un algodón humedecido en alcohol de quemar y amoníaco. La humedad se elimina espolvoreando polvos de talco por las páginas dañadas, se deja unos días con un objeto pesado encima y después, se elimina cepillando suavemente cada página.