¿Cómo Limpiar puertas y ventanas después de una obra?
Lo primero que debes hacer es limpiar muy bien todas las superficies del polvo de la obra con un paño seco. Esto tendrás que limpiarlo varias veces en varias pasadas, porque el polvo se queda suspendido en el aire, y no vuelve a posarse hasta pasadas algunas horas. Una vez eliminado, ya puedes realizar una limpieza a fondo. El tratamiento de las puertas dependerá de su acabado. Si se trata de puertas de madera barnizadas, bastará con pasar un paño mojado en agua jabonosa. Después aclara y seca con un trapo limpio. Si tus puertas están pintadas, resulta mucho más eficaz añadir al agua un poco de amoníaco. Prescinde de la lejía, ya que se come el color. Si no dispones de productos especializados, para los cristales te recomendamos una mezcla casera: 1 l de agua caliente, 1 cucharada de amoníaco, 2 de vinagre y un chorro de alcohol. Si además añades 3 cucharadas de aguarrás evitarás que se empañen.